A Mamá
Para ti, que estás y no.
La perdí; a ella, la de ojos
grandes y pelo negro.
Perdí a la que estuvo antes
que yo y vivió sus propios infiernos. La niña larguirucha que usaba la ropa de
sus hermanas; esa que llevaba un bolso rojo para el día de su foto escolar.
Se me fue la rebelde, la
Coyotita, la chiquita, la consentida; sus canciones de Flans en la radio y sus
coreografías de Menudo también se desvanecieron.
Quería ser aeromoza y volar
por México, decía que “a lo mejor y me iba más lejos” pero las cosas en casa no
eran fáciles así que le tocó aterrizar. Vivió a la sombra de la hermana
anterior; “mamá siempre me compara, no entiende que yo hago cosas diferentes y
esas si me salen bien”.
Se fueron sus historias de
romances fallidos, la muchacha que salía con el chico bajito, la que se enamoró
en el autobús y a la que casi raptan para llevarla a un hotel.
Desapareció su cabello color
negro, ese que era lacio y ella siempre lo quiso rizado; se fueron sus noches
de ponerse el tinte en el baño de su cuarto. Los abrazos antes de dormir, los
besos en la mejilla, el aroma a flores, sus besos, sus besos se fueron y
dejaron vacío, un vacío tan hondo, tan corrosivo, tan doloroso.
Se me fueron las pláticas al
llegar de la escuela, sus manos en mi cabello y su risa sonando por toda la
casa. Se fueron las tardes en casa de los abuelos, las quejas de regresar
temprano a casa, el olor a comida al llegar de la universidad y los ataques de
madrugada a su cama.
Se fue y perdí el alma; a
medias, me quedé a medias y lloro tanto y eso me dejó: un mar, no como el que
tanto le gustaba, no. Me dejó un mar triste, un mar que no ha parado de
llenarse y extenderse tanto que mi cuerpo apenas y logra soportar.
Y se fueron las noches
cuando le acariciaba la cara hasta quedarme dormida.
¿Por qué no vuelves? Solo un
ratito, por favor.
Por favor, ayúdame a ya no
llorar.
No respondas.
Te perdí.
No existen palabras que conforten ante una perdida como la tuya. Solo el inmenso amor que tu mami vivo desde que te llevaba en su vientre, se asemeja al vacio que nos dejo su ausencia. No existe amor mas grande que el de una madre por su hija unica.
ResponderBorrarTu papá.
Admiro mucho el valor que tienes nena para poder seguir adelante ante tan difícil situación. Me encanta leer todo lo que escribes porque lo haces con el alma y eso lo transmites. Te quiero mucho nena
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