Acuarela

Mientras hablas. Veo cómo salen colores de tu boca. 

Eres todo verde montaña y azul de tormenta, gris de lluvia en septiembre. Sonríes y veo el verano, te ríes y se abre el blanco de los jacintos fuera de temporada. 

Desde que pretendí no verte entrar, tu colisión de colores me atrajo. Pero bajabas la mirada de vez en cuando, alegando tus borrones, las veces que tuviste que tapar un error con un dibujo u otra capa de pintura. 

Y yo me quedaba en silencio. Porque deseaba que lo vieras, las correcciones, el caos hecho belleza en tu piel, en tus ojos de noche y chocolate derretido. 

Caos hecho arte. Heridas transformadas en cicatrices con forma de rosas. 



Como no dices nada o creo que estás por decir algo importante, alargo las manos y las junto con las tuyas. 

Veo la punta de tus dedos de color rosa bombón, morado como esas flores que te gustan y se me olvida el nombre y claro, azul, tú favorito. Se que no hablas, porque tienes miedo, lo sé, porque tus colores están explotando del lado izquierdo de tu pecho, has tratado de adornar un desgarre del que no deja de salir un color dorado oscuro. 


Se de que se trata, te duele, las pérdidas duelen mucho y lo siento tanto. 

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