Bonita
Hace un año o puede que más la alarma de mi despertador sonó. Me vestí a oscuras, me pasé la mano por el pelo y salí de la habitación compartida. Todos dormían. Había mucho silencio, demasiado. Recuerdo toparme contigo en la cocina, ambos nos miramos en silencio como pensando: "¿y tú que rayos haces aquí?" Yo tenía diagnosticada depresión mayor. Empezaba recién a tomar medicamentos; nadie lo sabía, ni siquiera la chica que se parecía tanto a mi y que era mi confidente. Esa mañana me dijiste que me sentara, que esperáramos. No recordaba si había estado sola contigo antes; pero recordé aquel abrazo, ese que me diste cuando estaba derrumbada y frágil, cuando mi alma se sostenía apenas con plegarias silenciosas. Fue en ese instante, cuando me dejaste abrazarte y llorar que me di cuenta que sí, que te quería, que desde que te vi a lo lejos; del otro lado de la sala, riendo con tus amigos, habías entrado y no saldrías de mi corazón. El silencio era incómodo, al menos pa...