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Mostrando las entradas de septiembre, 2018

Depresion y otros sinsentidos

La cabeza se llena. Me quiero ir. Quiero compañía. Mamá no está. Papá es feliz. Estoy rota. Por amor. Por pérdidas.  Por muertes. Por heridas. Por silencios. Estoy vacía. Tengo el alma a tope. Mi espíritu es de oro. Inquebrantable. O me criaron pensando eso. No me dijeron que el espíritu: Se rompe. Se dobla. Es maleable. No me dijeron. Que la emoción. Se cuida: como al cuerpo. Y estoy llena. No tengo nada. El silencio. Aunque cliché: grita en mi cabeza. Quiero saltar. Dejarme ir. Quemarme la piel. Cortarme los pies. Quiero dejar de sentir. Quiero dejar de escuchar. Los gritos. Las voces. Los altibajos. ¿Así quieren que vaya a la oficina? ¿Que me vista de uniforme? ¿Que eduque a otros? ¿Así quieren que sea? Como dice mi tía paterna: escoge vivir y que el dolor se vea en tus ojos. ¿Eso quieren todos? ¿Eso quieren? Pues reviento. Reviento en pedazos. El fresco de la noche me lleva. La luz del ...

¿Mujer?

A mi abuela le asusta hablar de sexo.  Mi tía cree que las mujeres no pueden elegir. Que no podemos ser. Ni sentir. Ni luchar. La madre de mi abuela murió abrazándola. Mi abuela educó a mis tías con prohibiciones. A las cuatro.  Por igual.  La mayor de mis tías cedió. Pero se reveló. A mi madre le dio igual todo siempre. Nunca se dejó domar. Más o menos.  Mi madre me crió para ser una nena. Para vestirme como princesa. Cortarme el pelo de forma modesta. Mi madre me gritó cuando me rapé. Se espantó cuando me vestía de negro. Mi madre me educó para que mi novio pagara todo. Para que no me viera como una fácil. Para llegar Virgen al matrimonio. Me educó para maquillarme. Cerrar las piernas al sentarme. La educación que me dio mi madre fue un revoltijo generacional. Yo no tengo hijos, tal vez algún día los quiera. No estoy casada. No tengo novio. Ni novia. Pero puede que algún día suceda. Soy bisexual. ...

Premio de consolación

Te pido disculpas, porque si quieres, puedes irte todas las mañanas y estará bien.  Porque no nos pertenecemos. Somos estando juntos y es lo que importa.  Llevo el suéter color mostaza que te queda grande y las bragas de encaje negro, nada más para lucirme un rato.  Apagamos la luz del cuarto y por fin nos damos la libertad de abrazarnos. Tus manos recorriendo mis muslos, apretándolos, me hacen hundir la nariz en tu cuello.  Si se a lo que hueles tu.  Ceniza. Azúcar. Aftershave de cien pesos. Pero me pierdo, cuando tú boca se planta entre mis piernas, mi memoria está en otros ojos, en los que no encuentro deseo si no, calma, a quien quisiera dedicarle las palabras que te dedique al principio. No, a quien en realidad van dirigidas esas palabras.  Miro hacia la ventana, ha empezado a llover.  Cuando tu lengua me alcanza, cierro los ojos. No, no eres tú el que me tiene así, temblando, gimiéndole al techo, humedeciéndome la f...

Acuarela

Mientras hablas. Veo cómo salen colores de tu boca.  Eres todo verde montaña y azul de tormenta, gris de lluvia en septiembre. Sonríes y veo el verano, te ríes y se abre el blanco de los jacintos fuera de temporada.  Desde que pretendí no verte entrar, tu colisión de colores me atrajo. Pero bajabas la mirada de vez en cuando, alegando tus borrones, las veces que tuviste que tapar un error con un dibujo u otra capa de pintura.  Y yo me quedaba en silencio. Porque deseaba que lo vieras, las correcciones, el caos hecho belleza en tu piel, en tus ojos de noche y chocolate derretido.  Caos hecho arte. Heridas transformadas en cicatrices con forma de rosas.  Como no dices nada o creo que estás por decir algo importante, alargo las manos y las junto con las tuyas.  Veo la punta de tus dedos de color rosa bombón, morado como esas flores que te gustan y se me olvida el nombre y claro, azul, tú favorito. Se que no hablas, porque tienes mi...

Even Bech Næsheim

La música está en mi mente. Veo la escena a la perfección.  Y ese es el problema. Es solo una escena. Mi yo de otros universos paralelos debe estar igual de sola, pero seguro el color de sus sábanas son negras o rosas o verdes.  Si, es solo una escena.  Ni yo estoy en esa cama. Ni hay alguien mirándome mientras duermo.  Nadie me abraza, ni duerme conmigo.  Nadie se pregunta qué debe hacer conmigo mientras los fármacos me ayudan a su manera, pero mi exterior solo duerme.  No soy Even, no al cien.  Solo soy una escena.  En la que duermo con las cortinas apagadas porque me molesta la luz.  Donde los peluches y las almohadas extras me hacen entrar en calor.  Donde no hay nadie que me diga que no piense en nada, que durante el minuto siguiente vamos a: 

YA.

Tic. Toc. Mejórate. Tic. Toc. ¿Que vas a hacer? Tic. Toc. Párate de la cama. Tic. No tengo tiempo. Toc. Voy de salida. Tic. Toc. ¿Ya estás bien? Tic. Toc. ¿Vas a trabajar? Tic. ¿Funciona la terapia? Toc. Han pasado cinco días. Tic. Ya estarás mejor, supongo. Toc. Los medicamentos ayudarán, ¿no? Tic. Toc. Ya deberías estar bien. Tic. Toc. Ojalá no estuvieras así.  Tic. Ve al gym. Toc.  Ocúpate en algo. Tic. Planea tu vida ya. Toc. Haz algo. Tic. Planea. Tic. Planea. Tic. Planea. Tic...

Sesiones

Tengo hambre.  Me da asco comer.  Tengo sueño. Me duele la cabeza.  Baby steps.  Me fastidia todo. Quiero salir.  Tengo sueño.  No puedo pararme de la cama. Tengo ansiedad. No puedo respirar. Quiero abrazos. Estoy cansada.  Estoy cansada. Estoy cansada. Estoy cansada. Las voces ya no están. Pero el monstruo sigue ahí. Me recuerda que es muy fácil. Tenemos herramientas en todos lados: Pinzas para las cejas. Navajas para las cejas. Rastrillos.  Uñas. Sería muy fácil. Sería. Muy. fácil. Tengo un tatuaje que me recuerda que la vida es difícil. Pero es mejor que la salida fácil. Tengo una mejor amiga que amo. Una perrita que quiero. Tengo libros sin terminar. Cosas sin escribir. En los amores ya ni pienso, nadie querría a una enferma, así que ya no los deseo. Tengo citas una vez a la semana. Tengo ayuda adecuada. Tengo sueño. Me duele la cabeza. No quiero hablar. Quiero ha...

Mamá II

Hay una magia muy grande en los fármacos. Sobre todo los instantáneos. Los que te dan sueño pero te mantienen despierta.  No feliz, ni tranquila, ni renovada, solo: despierta. Esos que te hacen sentir menos robot, que apagan los pensamientos con un switch y te mandan a dormir casi todo el día.  Fármacos que te hacen pensar despacio, analizar de a poco; esos que te quitan cualquier dolor que un masaje o una limpia nunca pudieron lograr.  Pero los sentimientos siguen ahí.  Acechando, esperando un momento de duda, de soledad, de abandono.  Esperando que te preguntes  mientras cierras la puerta de tu casa detrás de ti, cuando podrás empezar ese nuevo capítulo de tu vida. Cuando. Podrás. Ser. Feliz. También.  Así que enciendes las luces despacio, subes a tu habitación, te desnudas y te tumbas a ver Netflix sin prestar atención.  Te sientes sola.  La casa ya no te da miedo.  Pero te sientes sola.  Y ...

Ar(tés) quebradas

Hoy te quedaste a dormir. Más o menos.  Me dan risa tus berrinches, si, tú también los haces.  Hoy te quedaste a dormir, más o menos. Porque hemos hecho de mi cama una piscina.  Pego mi cuerpo al tuyo tanto como puedo, respiro lentamente, inhalando tu aroma, aún no lo conozco, sigo en la incógnita.  De todas formas, en el agua no se pueden percibir los olores, ¿no?  Hoy te quedaste a dormir.  Me gusta la manera en la que hundo la cara en tu cuello, en como me abrazas por la cintura, en como mi pelo se roza contra tu barbilla y en los escalofríos que me dan cuando suspiro.  He cerrado los ojos desde que me pegué a tu cuerpo.  ¿Y sabes que es lo mejor de ti?, ¿de verdad quieres saberlo? ya te lo escribo en mayúsculas: NO ERES UN SALVAVIDAS.  Eres. Y ya está. Y yo soy estando contigo. Puedo llorar y gritar y me puede faltar el aire. Puedo dejar de cubrir las cicatrices con el dedo y permitir que sanen....

a g u a

"La lluvia cae para todos, está lloviendo parejo".  O eso creo que es lo que dice papá mientras estoy viendo por la ventana.  De inmediato pienso en ellos, en si del otro del mundo les lloverá también.  Pienso en mi vecino, el artista, buscando inspiración en cada gota de lluvia, con la que hará magia, la indicada para cada gota.  Pienso en la niña perdida en el parque, la que no quiere que la encuentren, no hasta que su gato de ojos de color vuelva a sus brazos. Yo sigo llorando, no puedo hacer más. He vuelto a tocar fondo.  Y de fondo suena una canción navideña triste, una que no escuchaba hacia años, porque estaba cargada de recuerdos.  Papá se ha ido y estoy sentada en el balcón de mi cuarto. No puedo salir, aunque quiera no puedo moverme, porque las cadenas que me aprietan los tobillos no me permiten saltar, ni ser libre. No me permiten ponerme de pie para sacudir las piernas, para bailar y alejar a la lluvia un rato.  ...

directrices

Miro de nuevo, por la ventana de mi habitación. Últimamente es costumbre hacerlo y no debería quejarme, al menos aquí entra el sol, hay ruido, voces. No como en Madrid, donde mi piso se hundía en un silencio perpetuo lleno de voces falsas. Escucho a mi padre abajo, en la cocina, y me pregunto como es tan fácil para el, como es que no le da miedo ser el mismo con su pareja. Me pregunto porque a mi me da tanto miedo ser quien soy, porque me d tanto miedo aceptar que no puedo andar mas ya sola, y con sola me refiero a sin ayuda, no sin una persona, que las personas, mientras mas creas que las necesitas, que te pertenecen, mas toxico se vuelve lo que sientes por ellos y eso no le sirve a nadie, no me sirve a mi. ¿Por que es tan difícil teclear los números?, hablar y decir que quieres volver, que has faltado porque pensabas que estabas bien, porque es muy fácil sentir que todo va bien, (esa es la primera señal de que el infierno o una tormenta se va a desatar pronto). Pero eso, ...

Maddi

Hoy Monterrey se siente raro Es viernes y hay poca gente en los sitios. Ya no se si será por la lluvia, lo nublado, lo previo al puente o la nostalgia que se siente en la noche. Hoy puedo decir que me siento libre. Porque he abierto el alma, porque me he dejado leer por los ojos de color de otoño que echaba de menos. Las dos partes nos hemos abierto. Hemos hablado de decepciones, el pasado, Canadá y España. Hablamos de cosas directas, de personalidades, paciencia y tiempo. Se me congela la mano mientras escribo y es porque vine a un café a recordar Madrid. A recordar las tardes de escritura, de invensión, de llanto,  creatividad y estrés. Es como ser una figura, no, como ser un humano dentro de una figura de hielo que se derrite. Yo estoy en el medio, el lado derecho es Madrid, el izquierdo Monterrey. Y cuando suena la canción de Mome la libertad y la soledad se complementan, se amorfan en un pasado y presente únicos. Esta tarde se siente rara, por fin es m...

Anxiety II

Espero que la próxima vez: te crean. Que la próxima vez que te cueste respirar, que no puedas dormir por angustia y quieras llorar: te crean. Espero que tengas a quien abrazar o a quien llamar a las cinco de la mañana para decirle que tienes miedo, que los ruidos que hacen los tres pisos de tu enorme casa, parecen risas burlonas. Que al dia siguiente no te traten como si lo que sientes, como si la voz de tu cabeza que insiste en arruinarte no estuviera ahi. Que no te traten con un simple: "tu tranquila, ya se pasará, intenta dormir, deja de pensar". Espero que la próxima vez: te escuchen. Porque no es como que tu quieras estar mal, no es como si no lucharas e hicieras un esfuerzo constante, no es como si no llevases ya un camino recorrido. Sabes reconocerla, a la voz que te quiere arruinar. ¿Y la mayor parte del tiempo? sabes domarla, vivir con ella, es parte de ti, de quien eres y eso no te hace mas débil o vulnerable, te hace parte de un todo, de ti, de ese s...

anxiety

Tengo. Los ojos secos. Llevo minutos sin parpadear.  Siento como me asfixia, me aprieta, se coloca encima de mi.  La hija de puta ya se había tardado.  Es mi culpa, ya la invoqué. Tengo restos de aplicaciones, fotos tamaño infantil y dedos cruzados que se han secado ya.  Pensé que me había librado de ella.  La siento reírse sobre mi nuca.  Me llena.  De miedos, dudas, taquicardia, silencios, inmovilidad.  Son las cinco de la mañana y no me ha dejado dormir. Quiero. Vomitar. Me arde el pecho, me aprieta cada vez más, quiero llorar.  Y esta vez: no hay drogas, no hay sedantes, no hay medicinas que la detengan. Solo yo. Y las tareas. Y los diarios y mi fuerza, que no tiene nada de jedi.  Ojalá no la escucharan nunca, tendrán mas paz viviendo así.  Pero susurra: que no se puede, que todo sale mal, que es mi culpa, que le he espantado, que deje de escribir, que llore, que grite por oxigeno....