Corto un 12 de febrero


Por eso me volví escritora.

Porque tenia una familia feliz, esa de los tres ositos o las de las princesas de Disney una vez que se reunían con sus familias.

Pero hoy estoy llorando.

Es solo que pienso en ella, mil metros bajo tierra, olvidada.

Y me pregunto entonces si el amor son todas mentiras, si las relaciones se nos vuelven todas costumbre, si el amor existe, si las personas se casan por pretensión, se enamoran por compromiso y se encuentran por costumbre.

He dejado de creer en el amor y aun asi me sigo enamorando, he decidido no querer a nadie y aún así cazo ojos extraños.

¿Es entonces el amor una invención, una cortina de humo en el espectro del ser humano, es algo para no volvernos locos?

¿Es un utensilio fútil como esa canción que no deja de sonar?, ¿Son todo pequeños instantes y soledad perpetua a medias?

¿Qué es el amor, que es sentir o querer o ser querido?, nada mas que ilusiones y prototipos, mentiras que nacieron con el hombre y con dios o los griegos.

El café aún no se me enfría, no sé por qué.

Yo sigo llorando; mejor seguiré leyendo, asi esas historias si me las puedo creer, las puedo vivir sin ser mías, sin que me duelan, sin que me hagan daño, las puedo vivir para no salir lastimada.

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