Elio
Esta noche soy Elio.
Hundo la cara en tu prenda
Me froto las mejillas contra esta.
Por fin, por fin se a que hueles:
Tabaco
Café quemado
Tierra mojada
Hierba quemada
Tronco húmedo
También hueles a paz
A vida
Risas
Sonrisas de lado
Barba de tres días
Ojos chiquitos cuando te ríes
Parpadear rápido tres veces.
Miradas fijas que quieren decir algo.
Hueles mejor de lo que llegué a pensar.
Y tus manos, oh, tus manos, son un regalo de los dioses. Tus manos tibias, suaves, duras en unas partes, la manera en la que aproveché para acarícialas porque no sabría decir si eso se repetirá.
Así que entre saber a qué hueles y acariciarte las manos: me siento Elio.
Con la diferencia de que tu prenda está encima de la mesa al lado de mi cama, porque no quiero que se le vaya tu aroma.
Comentarios
Publicar un comentario