Jacintos mágicos
Siempre me he preguntado si tengo magia en mi interior.
Cada cosa preciada que toco se marchita, se quiebra, se hace polvo.
Quizás estoy maldita o quizás mi magia consiste en oscurecer las cosas buenas.
Hace poco me entregaron una llave que estaba escondida entre mi cabello, me abrió la mente y los pensamientos me abrazaron; entendí, cambié, acepté.
Aún así: estoy vacía.
En balance, en paz, pero vacía.
Y vuelvo a recordar como oscurecen las cosas que fueron preciadas para mi, como de la punta de mis dedos salen sombras que se alimentan de los colores y la luz.
Solo me queda suspirar, exhalar la negrura de la que están inundados mis pulmones.
Tomo el libro que está dentro de mi bolso y saco la rama de jacintos marchitos de entre las hojas.
Siempre me he preguntado si tengo magia dentro de mi; porque los jacintos son las únicas flores que no se pudren cuando las toco.
Cada cosa preciada que toco se marchita, se quiebra, se hace polvo.
Quizás estoy maldita o quizás mi magia consiste en oscurecer las cosas buenas.
Hace poco me entregaron una llave que estaba escondida entre mi cabello, me abrió la mente y los pensamientos me abrazaron; entendí, cambié, acepté.
Aún así: estoy vacía.
En balance, en paz, pero vacía.
Y vuelvo a recordar como oscurecen las cosas que fueron preciadas para mi, como de la punta de mis dedos salen sombras que se alimentan de los colores y la luz.
Solo me queda suspirar, exhalar la negrura de la que están inundados mis pulmones.
Tomo el libro que está dentro de mi bolso y saco la rama de jacintos marchitos de entre las hojas.
Siempre me he preguntado si tengo magia dentro de mi; porque los jacintos son las únicas flores que no se pudren cuando las toco.
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