Jardín marchito

Los girasoles que prometí darte
siguen floreciendo en mi pecho.

No creo que pueda dártelos
pues nacen marchitos.

Ya no me crece un narciso en la costilla;
ahora tengo los pulmones llenos de jacintos.

Y aunque me da pena decirlo me temo que aún lloro tulipanes.

Tú sigues ahí pintando. Pero yo ya no floto en el mar.

Ya no veo los girasoles que planté para ti.

Alguien llegó a sembrar rosales.

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