Niños

He escuchado mil veces la canción de Residente. Esa en la que habls de que le cuenta sus problemas a la ventana del avión. Y no se por qué, pensé que la depresión es bastante curiosa, es como volver a ser niños, pero esos niños tímidos que se escondían detrás de la pierna de su mamá cuando saludaban a alguien, de esos que jugaban solos o eran hijos únicos y los regaños y mimos los recibían por igual.

La depresión es como volver a ser niño, porque cuando has pasado días pegado a la cama y te atreves a salir del cuarto, te aplauden como si fueras un bebé dando sus primeros pasos.

Cuando te bañas, cuando logras sostenerte en dos pies durante menos de quince minutos para sentir como el agua se lleva por un momento los hongos de la tristeza incrustados en tu espalda, es como si tu madre te diera aquel primer baño en los cuneros del hospital.

Comer poco es un logro
Mirar a los ojos a la persona desconocida que camina en tu lado contrario es un logro.
Sonreírle a un desconocido es un logro.
Decirle a la chiquilla de pelo azul que se ve muy bonita es un logro.
Entregar sonrisas a otros cuando tu te estás cayendo a pedazos por dentro, es un logro.

Salir a la calle con el brazo lleno de cortes: es un milagro. 


Cada pequeño logro es un paso de bebé, cada palabra, movimiento, cada sonrisa fingida, cada sonrisa de esas honestas que te salen a veces: son logros titanicos.

Así que al final del día, al final de todas las cosas,  esos niños que llevamos de la mano todos los días y que nos miran con ojos tristes: merecen vivir y merecen seguir sintiendo.

Nosotros: merecemos seguir viviendo.

 

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