Humedad
Mi pelo enredado se desliza con dificultad entre tus dedos. Tenemos el vinilo de Mon laferte puesto desde que terminamos de hacer el amor. Tus manos, duras, con heridas, me acarician los pechos. No necesitamos sábanas, los dos sabemos que nuestros cuerpos no son perfectos. Mis labios siguen rojos y los tuyos manchados Los moretones en tu hombro izquierdo y los rasguños en tu cuello cuentan la historia por si sola. Me rio cuando me acaricias el vientre, siempre me han dado cosquillas allí. No quiero verte a los ojos, porque me asusta que desaparezcas. Entonces me besas la frente, el cuello, terminas de botar las sábanas fuera de la cama y en cuestión de nada te tengo encima. Te sonrío porque de verdad estoy feliz, porque no te he hablado de las noches que me masturbaba pensando en ti, en cómo mi cuerpo sería tan ligero para que me cargaras y llevaras contra la pared, para que cada parte de mi cuerpo, hasta la más mínima, se estremeciera al senti...