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Mostrando las entradas de agosto, 2018

Neil

La lluvia no ha parado en tres días y los clientes apenas se dejan ver. Tanto que los jefes han permitido que mis hermanas menores duerman y las mayores nos quedemos a cargo. Me llamo Anthony, pero aquí me conocen como Nanny. La quinta noche que no ha dejado de llover es la primera vez que la veo. Los jefes le llenan de cumplidos, necesitan el dinero urgentemente. Le quitan el abrigo, el sombrero, los guantes. Se pasea en silencio por la sala, su vestido hace fss, fss, sus tacones cap, cap, sobre la alfombra. Esa noche estamos de servicio las cuatro hermanas mayores. Andrea, Rennie, Paula y yo. La mujer se toma unos momentos frente al sofá donde Rennie está tumbada, le acaricia las clavículas que se asoman por el escote de su kimono y le sonríe. Yo me quedo quieto, no puedo dejar de mirarla. Es alta, con el pelo castaño claro recogido en un suave moño. Tiene dedos largos y firmes, como los de mamá cuando tocaba el piano. Su vestido es de un morado triste, como cuando se me moj...

Corto un 12 de febrero

Por eso me volví escritora. Porque tenia una familia feliz, esa de los tres ositos o las de las princesas de Disney una vez que se reunían con sus familias. Pero hoy estoy llorando. Es solo que pienso en ella, mil metros bajo tierra, olvidada. Y me pregunto entonces si el amor son todas mentiras, si las relaciones se nos vuelven todas costumbre, si el amor existe, si las personas se casan por pretensión, se enamoran por compromiso y se encuentran por costumbre. He dejado de creer en el amor y aun asi me sigo enamorando, he decidido no querer a nadie y aún así cazo ojos extraños. ¿Es entonces el amor una invención, una cortina de humo en el espectro del ser humano, es algo para no volvernos locos? ¿Es un utensilio fútil como esa canción que no deja de sonar?, ¿Son todo pequeños instantes y soledad perpetua a medias? ¿Qué es el amor, que es sentir o querer o ser querido?, nada mas que ilusiones y prototipos, mentiras que nacieron con el hombre y con dios o los...

Yuun

-Mientras más rápido te des cuenta de que todos son idiotas, mejor -dijo Yuun anudando la ultima bolsa de basura- todo el mundo miente, todos te hacen daño. -Pero… -¡Nada de peros! -se sentó a mi lado y se abrazó las piernas con fuerza- tienes que dejar de leer esas mierdas, Luna, hablo en serio -dijo haciendo un gesto de asco para que moviera el libro que tenía al lado. Mi hermana mayor daba miedo cuando se enojaba, sobre todo porque era callada, analítica y se supone que la más inteligente de las dos, según ella, claro. -No será el único, eso ya lo sabes, ¿no? Estábamos sentadas en el escalón de mármol que daba al jardín frontal de la casa. Parecía que el verano se había obsesionado con nuestra ciudad y no nos dejaba ir. -¿No sabes contar o que?, no tengo precisamente veinte años, Luna, lo último que necesito es alguien que venga a quitarme nueve años de mi vida para luego largarse y cambiarme por una gorda de pelo rubio mal pintado. Iba a decirle a Yuun que ...

Tears.

Te dije mil veces que no se andar en bicicleta. Pero las bocinas las llevamos a tope y te quiero porque has recreado la escena de mi serie favorita. Siento que volamos, que somos libres por habernos saltado las normas; y es que en la oscuridad nadie puede adivinar nuestras caras, mucho menos lo que escondemos entre las piernas. El parque es eterno, oscuro, vacío. Pensar que las mañanas se llenan de corredores y niños ahora se ve muy lejano. El aire me pega en la cara y empiezo a gritar en todos los idiomas que conozco. Puedo sentir tus hombros sacudiéndose por la risa, supongo que jamás imaginaste que yo sería así. Que mi seriedad y silencios se transformaban por la noche. Sigues pedaleando con fuerza, no se como puedes con los dos. Apoyo la cabeza en tu espalda y te abrazo por la cintura para no caerme. ¿Crees que podamos hacerlo, como dice la canción?: estar solos y hablar del clima. Por fin, como esperaba que pasara, nos caemos de la bici y terminamos uno encima d...

Diosa

Es la primera vez que veo amanecer en la ciudad.  Desde mi ventana, aunque nadie me crea, se ve la luna, las cortinas transparentes la hacen ver borrosa, esta a punto de esconderse tras las montañas y yo no quiero despertar.  Me tumbo en la cama, con los pies en la cabecera de color café oscuro. El cuarto sigue fresco, el abanico truena y yo me trueno los huesos de la espalda mientras me estiro.  Pienso en que hacía meses no me sentía tan en paz, tan real y presente.  Me retuerzo más en la cama, que me encanta, que es mi amante predilecta.  Algo tiene la mañana, el desvelo y la palidez de mi cara que me hacen sentir guapa, sensual.  No quiero despertar, no quiero dormir y que suene mi despertador. Quiero que el tiempo se detenga a esta hora, a las 7:13 de la mañana de un lunes cualquiera de agosto.  Y me siento el centro del universo, de mi mundo, de mi realidad. Me siento la reina de mi cuerpo y mente, todo está bajo m...

Iguales

Mar es igualita que Cristina.  Las dos expertas en volarme la cabeza hasta las nubes, alegándome que por una vez me deje elevar.  Y mientras pienso en eso, en todo y en el futuro, el conductor del uber me deja poner mi música y yo ya estoy sonriendo como tonta.  Porque nadie mejor que esa chica de piel de tostada para darme escalofríos, para cantar lo que soy pésima aceptando y confrontando.  El conductor lleva las ventanas abiertas y se disculpa por el calor. Pero cierro los ojos y mi cabello se enmaraña en mi cara y sigo riendo.  Porque por unos minutos, en lo que viajo de vuelta a casa me gusta imaginar tantas cosas, me dan tantos escalofríos que gana la risa tonta.  Pero es gracioso, porque esto no es euforia y no quiero que lo sea.  Eres como estar dormida en una hamaca; eres silencio, pausas, ojos de chocolate derretido, sonrisas congeladas en el tiempo y voz que hace vibrar hasta la punta de mis dedos.  Abr...

mar

A veces quisiera regresar el tiempo aunque suene a canción.  Quiero volver a los días en los que mi alarma saltaba a las 7am y el sudor y darme un baño me encendían el chip de lunes.  A los días en los que mamá desayunaba conmigo, regresar a las escaleras de color gris que me llevaban a los salones, a las sonrisas por los pasillos, a las lecturas en un salón desierto. Pero estoy sentada en la mesa del comedor, llorando como siempre, llorando por lo que ya no podrá volver, ni podre tener, pero no es mi culpa que el presente no tenga dirección y que el futuro solo me lleve a la muerte. Las voces de mi cabeza llevan meses calladas, eso es lo único bueno, lo positivo, lo que se puede recalcar, están calladas porque las he vencido, aceptado, porque las se controlar, las puedo dominar.  Sí, las voces ya no están, pero eso solo ha hecho que todo pierda sentido. Ha hecho que levante la vista y me de cuenta de que estoy parada en el mar, el agua me llega ape...

liqr

Nadie te está viendo. El arma que llevas en la mano, esa que alzas mientras bailas y el beat se te mete en el cuerpo es invisible, todos van demasiado borrachos, demasiado viajados.  Y te ríes y lames el brazo de un extraño y empujas el primer shot. Hace mucho ha dejado de quemarte la bebida en la garganta.  Una de tus amigas te dicen que pares, pero ya viene el drop de la canción y te ries más alto y tu otra amiga te sostiene por la cintura para que no te caigas; no te critican, solo se preocupan y no puedes culparlas. Solo ellas se han parado cinco segundos extras para ver las marcas de cortes que tienes en el cuerpo, tan expuestos que da risa.  Aún así te preguntas porque nadie ve el arma, ni siquiera ellas.  " Feeling so high like the moon and the stars I need the beat like the beat of my heart" No sabes cuanto tiempo ha pasado ya. El beat ya no tiene ritmo, la cabeza te da vueltas.  Te paras en el centro de la pista, como tantas veces lo viste ...