Ciencias
No soy poeta, mucho menos científico; no sé de rimas ni alejandrías, tampoco de átomos y ecuaciones.
Podría decir que no sé nada de la vida. Podría decir que lo he aprendido todo.
Lo que sí sé: es que soy es un ser humano; también amante; sé de dolor y experiencias, de besos y horas en vela.
Sé encontrar en tus ojos dudas y aplacarlas, escuchar estática en tus pensamientos y hacerte reír para sintonizarlos.
No soy un científico, ni psicólogo, ni sacerdote, ni filósofo.
Aún así, te ofrezco lo que tengo: mis días silenciosos, esos donde lloro y escucho canciones tristes porque si. También mis días arrebatados, donde te muerdo tanto los labios que acaban rojos; mis días mimados e irritantes, mis momentos de enfado y melancolía, te entrego, si quieres: quien soy.
No soy un mago, mucho menos un adivino; no sé de hechizos o maleficios, tampoco de visiones pasadas y futuras.
Podría decirte, mi amor: te quiero.
Podría decir que no sé nada de la vida. Podría decir que lo he aprendido todo.
Lo que sí sé: es que soy es un ser humano; también amante; sé de dolor y experiencias, de besos y horas en vela.
Sé encontrar en tus ojos dudas y aplacarlas, escuchar estática en tus pensamientos y hacerte reír para sintonizarlos.
No soy un científico, ni psicólogo, ni sacerdote, ni filósofo.
Aún así, te ofrezco lo que tengo: mis días silenciosos, esos donde lloro y escucho canciones tristes porque si. También mis días arrebatados, donde te muerdo tanto los labios que acaban rojos; mis días mimados e irritantes, mis momentos de enfado y melancolía, te entrego, si quieres: quien soy.
No soy un mago, mucho menos un adivino; no sé de hechizos o maleficios, tampoco de visiones pasadas y futuras.
Podría decirte, mi amor: te quiero.
Comentarios
Publicar un comentario