Otro día


Hoy es uno de esos días en los que despierto queriendo ser otra persona.

No, mentira, no desperté queriéndolo. Estoy leyendo un libro, el prota lo dijo y me apetece ser otra.

Me dan ganas de que sea Halloween y poder tener una aventura romántica.

No, mejor quiero vivir en una de mis novelas favoritas, para que al final, luego de toda la mierda y el drama, mi final termine feliz, o abierto, pero con pistas de felicidad.

Sí, que fácil seria vivir en un libro.

Y la gente se empeña en decirnos que nuestra vida es un libro y nosotros somos los escritores, o nos consuelan diciendo que un ser omnipotente ya tiene todo escrito y dejemos que sea el quien nos escriba.

Una mierda, todo es mentira. Ni yo estoy escribiendo mi vida, ni estaba ya escrita.

Si fuese así, las cosas terminarían bien todo el tiempo.

¿O puede que si estén terminando bien?

Hoy me ha dicho una profesora que me hará falta mucho curro para aprobar su materia. Ah, los profes y su manía de asustarnos o de hacerse los graciosos o los enrollados como se dice en otra parte del mundo.

Suena la voz de Elliott Smith y yo me siento el prota de un libro otra vez.

Él prota, no La prota.

Que manía tiene el mundo últimamente con los géneros, con los verbos, con su puta madre hasta tienen manía.

Creo que hoy es uno de esos días en que quisiera ser alguien más, despertarme y darme cuenta, como en esa novela que jamás he leído, que ayer estaba en el cuerpo de una mujer y hoy estoy en el de un chico negro o una chica asiática, yo que sé.

También es día de soñar y negar y soñar.

Que viajo en tren, a una provincia donde no se habla inglés, ni español, donde no llegan los turistas.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Inspirando

Off

Llueve con sol.